Antes de explicar de la importancia de la Responsabilidad Civil Profesional explicaremos qué es. Según el artículo 1.902 del Código Civil, establece que: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
El objetivo del seguro es hacer frente a los daños que el trabajador pueda causar, involuntariamente, en el ejercicio de su profesión. Así, el asegurador asume las consecuencias económicas, reparando el daño causado a un tercero. Esta cifra llegará hasta el límite pactado en la póliza de seguro.
¿Por qué es tan importante?
La contratación de un seguro de Responsabilidad Civil Profesional es una garantía para los trabajadores y también para los clientes. Y es que, sin este, el trabajador respondería con su propio patrimonio cuando hay sentencia firme de un juez por negligencia profesional.
Responsabilidad Civil General, ¿Cuál es la diferencia?
El profesional cubre los daños económicos derivados de errores, omisiones o negligencias en la ejecución de la actividad profesional.
Por su parte, y aunque ya profundizaremos más adelante, el General cubre daños materiales y personales a terceros. Por ejemplo: si es una reunión se rompe el cristal de la mesa y hiere a alguien, esto lo cubre el General.
Asimismo, un ejemplo del Profesional sería si, durante una obra de construcción, se dañase la vivienda colindante.
Ningún profesional está exento de cometer un error. Por ello, es totalmente imprescindible la contratación de un seguro de Responsabilidad Civil Profesional. Así, tanto el trabajador como el cliente tendrán la tranquilidad y garantía de poder hacer frente a los riesgos futuros.