
Es imprescindible saber diferenciar entre los distintos tipos de valor que pueden aplicarse en una póliza de daños:
- Valor contable: Es el valor que figura en el balance de la empresa, teniendo en cuenta la amortización. Aunque útil para fines fiscales, no debe usarse como referencia para asegurar bienes, ya que suele ser mucho menor que el valor real de reposición.
- Valor de reposición o reconstrucción a nuevo: Es el coste que tendría reponer el bien dañado por otro nuevo de características similares, en el estado actual del mercado. Es el valor más adecuado para asegurar inmuebles, maquinaria y equipamiento. Por ejemplo, una máquina adquirida hace 8 años puede estar amortizada contablemente, pero reponerla hoy costaría 80.000 €. Si solo se asegura por su valor contable (20.000 €), la empresa sufrirá un gran perjuicio en caso de siniestro.
- Valor de mercado: Es el precio por el que el bien podría venderse en el mercado actual. No siempre es el más adecuado para el seguro, salvo en casos de propiedades especiales o cuando el valor del suelo es relevante.
Para calcular el capital asegurado, las corredurías de seguros realizan un análisis técnico de activos y una auditoría aseguradora que incluye:
- Inventario detallado de bienes: Uno de los primeros pasos esenciales para calcular correctamente el capital asegurado es realizar un inventario completo de los bienes del cliente. Es importante revisar todos los activos asegurables, diferenciando entre inmuebles —divididos en estructura, instalaciones y cerramientos—, maquinaria y equipos productivos, equipamiento informático y mobiliario, así como mercancías y materias primas. Además, no podemos dejar de lado los activos intangibles como licencias, software específico o información crítica, cada vez más relevantes en muchos modelos de negocio actuales.
- Valoración actualizada: Una vez inventariados los activos, el siguiente paso es determinar su valor de manera realista. Para ello, empleamos criterios técnicos y estudios de mercado que nos permiten calcular el valor de reposición con precisión. Acodrid se apoya en bases de datos de precios de construcción, maquinaria y costes logísticos para asegurar que las cifras reflejan el coste actual de recuperar o reemplazar los bienes en caso de siniestro.
- Ajuste según normativa y fiscalidad: No todo se reduce al valor de mercado: también es clave que el capital asegurado se ajuste al tipo de póliza contratada, como puede ser una póliza a primer riesgo o a valor parcial. Además, tenemos en cuenta los requisitos fiscales aplicables a la amortización y tratamiento contable de los bienes, así como las obligaciones contractuales que el cliente tenga con terceros, como arrendadores o financiadores. Este enfoque integral evita problemas tanto con la aseguradora como con Hacienda.
- Actualización periódica: El capital asegurado no debe mantenerse invariable año tras año. Cambios en los precios de materiales, inflación, reformas o ampliaciones de activos pueden dejar una póliza desactualizada y con cobertura insuficiente. Por eso, en Acodrid ofrecemos un servicio de revisión anual como parte de nuestro acompañamiento a largo plazo. Esta actualización periódica es clave para mantener la protección adecuada sin pagar de más.
Casos de capital mal asegurado
En nuestra experiencia, muchas empresas se enfrentan a graves consecuencias por no calcular bien su capital asegurado.
Un ejemplo es el de una empresa industrial que tenía asegurada su planta por 500.000 €, siguiendo el valor recomendado por su banco. Tras nuestro análisis, determinamos que el coste real de reconstrucción superaba el millón de euros. Rediseñamos su póliza incluyendo un ajuste técnico del capital, una aseguradora más flexible con pagos fraccionados y sublímites mejor estructurados.
Otro caso típico es el de un despacho profesional con equipos de alto valor. Su póliza multirriesgo genérica no diferenciaba entre los distintos bienes, lo que dejaba sin cobertura efectiva a muchos equipos tecnológicos. Realizamos un inventario nuevo y detallado, aseguramos los equipos electrónicos bajo una modalidad de “todo riesgo” y añadimos una cláusula de reposición inmediata para garantizar continuidad operativa.
¿Por qué confiar en una correduría como Acodrid?
A diferencia de canales directos o plataformas automáticas, en Acodrid:
- Realizamos un análisis de activos completo y gratuito como parte del asesoramiento.
- Buscamos en múltiples compañías la que mejor se adapte al perfil del cliente.
- Acompañamos durante toda la vida del seguro, incluyendo revisiones periódicas y defensa en caso de siniestro.
Calcular bien el capital asegurado en una póliza de daños es esencial para que una empresa esté realmente protegida. No basta con asegurar lo que exige el banco ni lo que dice el balance. Es necesario valorar con rigor, adaptar las cifras a la realidad del negocio y revisar de forma periódica.
Desde Acodrid te ofrecemos un enfoque técnico, personalizado y preventivo para que tu póliza no solo cumpla, sino que responda cuando más lo necesites.