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Retroactividad en el seguro RC Profesional: las consecuencias de no tenerla en cuenta

En profesiones donde un pequeño error puede derivar en reclamaciones complejas —como arquitectura, ingeniería o consultoría—, contar con una póliza de responsabilidad civil profesional adecuada es una cuestión de supervivencia. Dentro de ella, la retroactividad es uno de los elementos más determinantes y, sin embargo, más desconocidos.

Cuando un seguro no cubre trabajos realizados antes de una fecha concreta, los proyectos anteriores quedan fuera de protección. Es decir, si un cliente te reclama por un trabajo de hace cinco años y tu póliza solo cubre desde hace tres, esa reclamación no estará amparada. El resultado: gastos de defensa, indemnizaciones y consecuencias reputacionales que recaen directamente sobre el profesional.

Retroactividad en seguros Acodrid

¿Qué es exactamente la retroactividad de una póliza?

La retroactividad indica desde qué momento el seguro se hace responsable de los trabajos realizados con anterioridad a su contratación. En los seguros de responsabilidad civil profesional —que funcionan bajo el modelo claims made o “por reclamación”—, la cobertura no depende de cuándo ocurrió el error, sino de cuándo se presenta la reclamación.

Sin embargo, esa reclamación solo será indemnizable si el trabajo que la origina se encuentra dentro del periodo retroactivo definido en la póliza. Si no lo está, el seguro no responderá, aunque esté en vigor.

Por eso, la retroactividad actúa como un puente entre tu pasado profesional y tu cobertura presente. Permite que el seguro abarque errores u omisiones cometidas antes de contratarlo, siempre que la póliza lo contemple explícitamente.

¿Cómo se fija la fecha retroactiva y por qué puede perderse?

La fecha de retroactividad suele coincidir con la de tu primera contratación del seguro de responsabilidad civil. Desde ese momento, todas las renovaciones anuales deberían conservarla, garantizando cobertura continua sobre los trabajos anteriores.

Pero si la póliza se interrumpe —por impago, cancelación o cambio de compañía sin continuidad— la retroactividad se pierde. En la práctica, es como si comenzaras desde cero: tu nuevo contrato solo cubrirá los trabajos realizados a partir de la fecha de efecto.

Este tipo de lagunas son más frecuentes de lo que parece. A veces el profesional cambia de aseguradora pensando que mejora sus condiciones, pero al no verificar la fecha retroactiva, deja sin cobertura su historial laboral previo.

Por ello, antes de cualquier renovación o traslado, conviene solicitar confirmación escrita de que la nueva póliza mantiene la misma fecha retroactiva que la anterior. Es un trámite simple que evita consecuencias graves.

¿Qué pasa si tu póliza no cubre la retroactividad?

Si la retroactividad no está incluida, todo trabajo anterior a la fecha de inicio de la póliza queda automáticamente excluido. En caso de reclamación, la aseguradora la considerará “fuera de ámbito temporal” y no la indemnizará.

Esto tiene implicaciones directas:

  • Pérdida de protección económica: los costes de defensa y las indemnizaciones corren a cargo del profesional.

     

  • Riesgo legal personal: sin respaldo asegurador, cualquier condena puede afectar al patrimonio propio.

     

  • Problemas de continuidad profesional: algunas administraciones, colegios o clientes corporativos exigen acreditar una cobertura retroactiva mínima para contratar servicios.

     

En sectores técnicos, un solo siniestro puede superar fácilmente los 30.000 euros. Y sin retroactividad, esa cifra recae íntegramente sobre quien firma el trabajo.

¿Cómo comprobar si tu póliza tiene retroactividad?

Revisar este punto es sencillo, pero esencial. La fecha retroactiva aparece indicada en las condiciones particulares, normalmente bajo el epígrafe “Ámbito temporal de cobertura” o “Fecha de retroactividad”.

Si no figura o aparece igual que la fecha de efecto del contrato, significa que no tienes cobertura retroactiva. En ese caso, lo recomendable es:

  1. Consultar con la correduría o aseguradora si es posible ampliarla (previo estudio del riesgo).

     

  2. Mantener la póliza anterior activa en modalidad run-off, para cubrir posibles reclamaciones pendientes.

     

  3. Solicitar que toda nueva póliza incluya la misma fecha retroactiva, para evitar pérdida de continuidad.

     

También es importante revisar los certificados de cobertura o las pólizas anteriores, ya que servirán de prueba en caso de disputa.

Preguntas frecuentes sobre retroactividad y cobertura profesional

¿Qué sucede si cambio de aseguradora?

Debes asegurarte de que la nueva compañía mantenga la misma fecha retroactiva. Si no lo hace, perderás cobertura sobre los trabajos previos al nuevo contrato.

¿Puedo contratar retroactividad ilimitada?

Algunas aseguradoras ofrecen retroactividad ilimitada, pero solo si existe continuidad sin interrupciones desde la primera póliza. En la práctica, aunque tiene un coste más alto, es bastante común.

¿Hay un límite de años de retroactividad habitual?

Sí. La mayoría de las pólizas establecen un límite de un año, aunque puede ampliarse dependiendo de la actividad asegurada.

¿Qué ocurre si me doy de baja temporalmente?

Cualquier interrupción, incluso breve, anula la retroactividad acumulada. Si decides suspender la actividad, conviene mantener la póliza en modo run-off para conservar cobertura sobre trabajos antiguos.

¿La retroactividad cubre a empleados o colaboradores?

En la mayoría de las pólizas sí, siempre que estén identificados expresamente en el contrato o trabajen bajo la dirección del asegurado principal.

¿Qué diferencia hay entre retroactividad y periodo de descubrimiento?

La retroactividad cubre el pasado; el periodo de descubrimiento (o tail coverage) cubre reclamaciones que llegan después de finalizar la póliza. Son complementarios, pero distintos.

¿Qué pasa si tengo dos pólizas solapadas?

Tener más de una póliza no amplía la retroactividad si ambas tienen la misma fecha retroactiva. Sin embargo, puede generar conflictos de competencia entre aseguradoras al tramitar una reclamación.

¿Se puede demostrar retroactividad con documentación anterior?

Sí. Los certificados de cobertura, los justificantes de renovación o las copias de pólizas antiguas sirven como prueba válida ante la aseguradora o un tribunal.

Conclusión

La retroactividad no es un concepto jurídico menor: es el verdadero eje de protección en un seguro de responsabilidad civil profesional. Determina hasta qué punto tu historial laboral está cubierto y define el alcance real de tu póliza.

Perderla —por un cambio mal gestionado o por desconocimiento— equivale a dejar desprotegidos años de trabajo y asumir riesgos innecesarios. Revisar la fecha retroactiva, mantener la continuidad y conservar los documentos de tus pólizas son tres pasos simples que pueden evitarte un problema costoso en el futuro.

Comprueba hoy tu póliza con Acodrid y confirma que tu cobertura retroactiva sigue activa. Proteger el pasado es la mejor manera de garantizar tu tranquilidad profesional.

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